SALUD MENTAL
¿Qué es la salud mental? Definición
- Según la OMS, es un “estado de completo bienestar mental, físico y social, y no meramente la ausencia de enfermedad o dolencia”. Esta es la principal definición que suele mencionarse al hablar de este tema. Es breve, muy explicativa y nos recuerda que para estar sanos tenemos que contemplar un gran número de variables.
Generalmente, cuando nos hablan de salud pensamos en catarros, dolores de cabeza u otros problemas físicos más o menos serios. No obstante, la salud mental es imprescindible para que nos encontremos realmente bien. Sin ella, da lo mismo lo estupendos que sean los resultados de nuestros análisis de sangre.
Es imposible separar nuestro estado psíquico de nuestro cuerpo. Ambos mantienen una relación bidireccional. El estudio de la salud mental es abordado desde múltiples profesiones y modelos diferentes. Actualmente hay una gran conciencia sobre la urgencia de contemplar la salud desde un punto de vista holístico para impulsar nuestro desarrollo personal.
- Una de cada cuatro personas desarrollará al menos un trastorno mental a lo largo de su vida. No es necesario que nos alarmemos. Pero si queremos vivir bien, es preciso que aprendamos sobre la salud, tanto física como mental. Así podremos adquirir conocimientos y hábitos básicos para mantenerla. En este artículo te daremos algunas pautas para que puedas estar mentalmente sano y cuidar a tus seres queridos.
Características principales que definen la salud mental
Nos permite desarrollar nuestro máximo potencial: Estar sanos mentalmente no se limita a vivir sin muchos percances. Nos motiva para proponernos y alcanzar metas, desarrollar nuestras facultades y enfrentarnos con vitalidad a las adversidades.
Consiste en poder alcanzar la felicidad: La cumbre del bienestar es la felicidad. Si nos encontramos bien, tendremos más facilidad para ordenar armoniosamente nuestras prioridades, ser parte de un grupo o valorar las cosas buenas de nuestra vida.
Es un proceso dinámico: A lo largo de nuestra vida vamos pasando por varias circunstancias diferentes. Nuestra mente va adaptándose a ellas. Puede que en la adolescencia estuviésemos más preocupados de lo normal por nuestro físico, pero ahora estemos satisfechos nosotros mismos. También cambian los valores de la sociedad, el contexto, la idea de “felicidad” o avanzan los instrumentos para mejorar la salud mental.
Lo que entendemos por salud mental es en parte cultural: ¿Quién define lo “normal”? En realmente lioso delimitarlo en asuntos como los trastornos sexuales.
Hay ciertos parámetros para evaluar la salud mental: A pesar de las discrepancias que puedan surgir, es posible fijar ciertas pautas que nos permitan estimar la salud mental para mejorar nuestra calidad de vida. Por ejemplo, una persona que se autolesione o tenga serios problemas laborales debidos a una sustancia adictiva, necesita incrementar su bienestar mental, físico y social.
Características de las personas mentalmente sanas
La salud mental no es una cuestión de todo o nada. Es un continuo con infinitas posibilidades. Es decir, entre una persona que goce de un absoluto bienestar y otra con un trastorno que amargue todas las áreas de su vida, hay varios estados posibles.
Por ejemplo, podemos estar pasando por una mala racha y esto no implica que tengamos una depresión. Todas las personas mentalmente sanas no siguen el mismo modelo de vida, pero sí comparten ciertas semejanzas:
- Se ven de forma realista: Se conocen a sí mismas, ni se menosprecian ni se adoran en exceso.
- Aprecian lo que tienen: Disfrutan el lado bueno de las cosas independientemente de sus circunstancias. Se aceptan y no olvidan quererse ni valorarse.
- Sus relaciones sociales son satisfactorias: No es necesario que nos llevemos bien con todo el mundo. Pero todos sabemos o podemos imaginar el malestar que conlleva encontrarse aislado o no sentirse aceptado. Las personas mentalmente sanas son capaces de comunicarse sin problemas con la gente. Son emocionalmente inteligentes y mantienen un contacto agradable con sus allegados.
- Saben desconectar y divertirse: La falta de descanso no solo nos agota físicamente. También afecta nuestro estado mental perjudicando tanto nuestras facultades cognitivas y nuestra percepción de la realidad.
- No se boicotean a sí mismas: A veces el problema no está en el entorno ni es de origen orgánico. En ocasiones nos ponemos trabas sin darnos cuenta. Las personas mentalmente sanas saben hacerse autocrítica y actuar en consecuencia. Pero nunca impiden su propio progreso.
- Se portan bien con los demás: Tenemos un fuerte impulso gregario que nos empuja a buscar la compañía de los otros. Deseamos vivir armoniosamente en sociedad. Las personas mentalmente sanas mantienen vínculos sólidos con los demás, los estiman y desean lo mejor para ellos. Portarnos bien es gratificante y adaptativo.
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